Tras caminar la palabra, los Pueblos Indígenas nos han permitido entender y sentir que la vida, en Emberá, Jauri, integra lo físico y lo espiritual desde la Ley de Origen, el Derecho Mayor y la Ley Natural.
Esto es hablar, recorrer y pagarles a los sitios sagrados en Nasa Yuwe, Ki's yat, que se disputan la contraída noción occidental enfocada en sus características físicas explotables y transables. Hablarle, pagarle y pedirle permiso a la Madre Tierra, en Wayuunaiki, Isashii, la casa grande de los espíritus, configuran el reconocimiento de una red, de un tejido que no sólo encuentra lugar en lo físico y evidente, sino que adquiere sentido y vida a través del orden dado por las prácticas de luchas y por el conocimiento de lo espiritual y los saberes situados.
Escuchemos a Abadio Green ex presidente de la ONIC y sabio del Pueblo Indígena Gunadule hablando sobre la sabiduría y la red vital
La idea de la naturaleza como inmutable, en equilibrio y eterna reproducción para el uso humano -común en el mundo moderno es central para justificar su explotación sin límite- se opone a la forma en que los Pueblos Indígenas han concebido la naturaleza como parte de la red vital también nombrada Banti Shiuti por el Pueblo Indígena Awá.
Al no situarse a sí mismos por fuera de la naturaleza, no existe una dicotomía que presuma de la naturaleza inmutabilidad, equilibrio y reproducción eterna.
Como el territorio no hace parte de un campo esencialmente distinto a la vida humana, es decir, no es simplemente un pedazo de tierra cuyo destino es ser explotado para suplir los deseos humanos, la conexión entre la vida de manera integral es dispuesta por la Ley de Origen donde el hombre y la naturaleza son uno e indivisibles. Esta obra es realizada en homenaje a los Pueblos Indígenas, por la defensa de la Madre Tierra y su lucha contra la mega minería y su falso desarrollo.
Autora:
ELIANA MARÍA MUCHACHASOY CHINDOY
Indígena del Pueblo Kamëntsä.
Artista Plástica de la Universidad Nacional de Colombia.
Resguardos indígenas y explotación, exploración y áreas disponibles HIDROCARBUROS
Los procesos de esta compleja manera de entender el conflicto son los de interrupción, alteración y administración de la vida. Los primeros tienen que ver con la letalidad de la violencia, es decir toda aquella acción violenta que provoca la mala muerte, tanto de los seres humanos como de todos los seres que existen en el territorio, (asesinatos selectivos, desapariciones, explotaciones a cielo abierto, monocultivos, masacres, envenenamiento/contaminación de ríos etc). El segundo tiene que ver con la violencias no letales (confinamientos, desplazamientos, atentados a infraestructura, detenciones arbitrarias, maltrato) que afectan la posibilidad de circulación de la vida en las redes vitales del territorio: caminarlo, hablar con él, visitar los sitios sagrados, pedirles permiso, saludarlos, de alimentarlos física y espiritualmente para sostener la reciprocidad de los mundos; de la transmisión cultural shitan ria para los Pueblos Indígenas Awá.
Y el tercero tiene que ver con las disposiciones administrativas, de imposición de poder que terminan por reorientar la vida en los territorios indígenas por fuera de la ley de origen y subordinan la vida a la producción capitalista, el control estratégico militar e incluso el mismo desarrollo de la guerra (Políticas públicas de seguridad, órdenes armados de hecho, explotaciones y exploraciones para extractivismos en el territorio, imposición de dinámicas sociales contrarias a la ley de origen) .
El cántaro está decorado con gráficas de rombos con distintos colores que representan la diversidad multicultural de los Pueblos Indígenas en Colombia. Igualmente, el “Ũ” o “choco” no está perfecta ya que ello refleja el daño social- cultural e histórica que han padecido los Pueblos Indígenas en Colombia. Igualmente, dentro del diseño hay cuadros de distintos colores los cuales simbolizan los principios de lucha del movimiento indígena, autonomía-cultura-unidad- territorio y resistencia. Hace alusión a un pájaro que vive a orillas del río, que es el padre de los ríos; este padre es KIMY PERNIA DOMICÓ, Indígena Emberá Katío secuestrado, desaparecido y asesinado por las Autodefensas Unidas de Colombia AUC.
Kimy dio la vida por el Rio Sinú al defender los derechos de la madre tierra amenazados por la construcción de la represa Urra . El diseño de la obra es relacionado a un “Ũ” o “choco” que traduce del Embera Chamí al español “cántaro”. Elemento que utilizamos los indígenas antes de la conquista para llevar el oro, hoy para guardar el agua, todo tipo de bebidas y alimentos. Elemento que utilizamos los indígenas antes de la conquista para llevar el oro, hoy para guardar el agua, todo tipo de bebidas y alimentos.
Autor:
FIXONDEN HIUPA NACAVERA
Indígena del pueblo Embera Chamí
Coordinador de Jóvenes de la Nación Embera
Título de la obra: Do Fare ("Padre del río o el agua")
Movilización por asesinato en San Francisco, 1988
Las violencias contra los Pueblos Indígenas tiene unas características específicas, han sido configuradas históricamente, articula concepciones raciales, económicas, políticas y vitales definen a lo indígena como inferior, como un obstáculo, como un problema. En esa medida, la violencia como práctica genocida está orientada a transformar drásticamente la vida de los sobrevivientes, es decir, a transformar el futuro de la vida indígena de forma que sea administrada, no por sus propias consideraciones, sino por los regímenes de poder que ejercieron esa violencia.
Foto: Unidad Álvaro Ulcúe, pág.12, 1988. Archivo ONIC.
Uso de minas
El uso frecuente de estos explosivos como las minas anti-persona para la defensa de la retaguardia de los grupos insurgentes o la protección de cultivos de uso ilícito y sus rutas, amplió de manera incierta los espacios que pueden estar minados en toda la Nación. La mayoría de las veces, a diferencia de los enfrentamientos y otras acciones bélicas, estos artefactos son imperceptibles por las personas de las comunidades e incluso por los animales, quienes también resultan heridos o muertos, situación que termina por modificar caminos y flujos de la red vital sobre los que depende la vida en los territorios.
Foto: Unidad Indígena, edición 119, 2004. Archivo ONIC.
Para los Pueblos Indígenas el problema no es la muerte o widama, como se nombra en la lengua Dumuna del Pueblo Wiwa. Se alude a un sentido de la muerte que está integrado a la vida como trascendencia, como ciclo-espiral y como parte de una existencia espiritual enunciado por la Ley de Origen, el Derecho Natural o el Derecho Mayor. La kuama o vida es una lucha y la muerte es parte central de la manera en que los territorios y las comunidades se mantienen en movimiento. La guerra trae algo que se llama la mala muerte, que desafía las buenas maneras de morir, sus ritualidades y el campo espiritual con el cual se interrumpe el flujo que existe entre la vida y la muerte, o sea, la red vital.
Hablar de sabanai en lengua Barí Ara, del Pueblo Indígena Barí, es referirnos a la mala muerte, lo cual puede sonar extraño. Solemos pensar que ninguna muerte es oportuna. Pero lo cierto es que en cualquier sociedad hay formas buenas y malas de morir, que no siempre son equivalentes a las nociones corrientes que imperan en otros contextos sobre cómo morir de manera digna o indigna.
Esta obra busca la re-significación de un objeto o vestigio de guerra, utilizando proyectiles de fusil ya disparados en hostigamientos en el territorio ancestral del pueblo Nasa, en el norte del Cauca, que posteriormente son intervenidos con grabados hechos en aguafuerte, dibujando sobre ellos símbolos Nasa.
Autor:
ALDIBEY JAIDIBER TÁLAGA CAMAYO
Indígena Nasa del Resguardo de Tacueyó.
Artista Plástico de la Universidad del Cauca.
Registro de la obra:
César Romero para el CNMH, 2018.
Esta obra busca la re-significación de un objeto o vestigio de guerra, utilizando proyectiles de fusil ya disparados en hostigamientos en el territorio ancestral del pueblo Nasa, en el norte del Cauca, que posteriormente son intervenidos con grabados hechos en aguafuerte, dibujando sobre ellos símbolos Nasa.
Autor:
ALDIBEY JAIDIBER TÁLAGA CAMAYO
Indígena Nasa del Resguardo de Tacueyó.
Artista Plástico de la Universidad del Cauca.
Registro de la obra:
César Romero para el CNMH, 2018.
Esta obra busca la re-significación de un objeto o vestigio de guerra, utilizando proyectiles de fusil ya disparados en hostigamientos en el territorio ancestral del pueblo Nasa, en el norte del Cauca, que posteriormente son intervenidos con grabados hechos en aguafuerte, dibujando sobre ellos símbolos Nasa.
Autor:
ALDIBEY JAIDIBER TÁLAGA CAMAYO
Indígena Nasa del Resguardo de Tacueyó.
Artista Plástico de la Universidad del Cauca.
Registro de la obra:
César Romero para el CNMH, 2018.
Para los Pueblos Indígenas el problema no es la muerte o widama, como se nombra en la lengua Dumuna del Pueblo Wiwa. Se alude a un sentido de la muerte que está integrado a la vida como trascendencia, como ciclo-espiral y como parte de una existencia espiritual enunciado por la Ley de Origen, el Derecho Natural o el Derecho Mayor. La kuama o vida es una lucha y la muerte es parte central de la manera en que los territorios y las comunidades se mantienen en movimiento. La guerra trae algo que se llama la mala muerte, que desafía las buenas maneras de morir, sus ritualidades y el campo espiritual con el cual se interrumpe el flujo que existe entre la vida y la muerte, o sea, la red vital.
Foto: Unidad Indígena, pág. 4, 1988. Archivo ONIC.
Nos podemos acercar al asunto señalando que para la mayoría de las culturas, la muerte es una prolongación de la vida: ouktaa, muerte en lengua Wayuunaiki tiene su propia vida. Tiene una fuerza que emana y contamina a quien no sabe cómo mantenerla a raya; un ejemplo de esto, muy conocido, es el de eso que se suele conocer popularmente como “hielo” de muerto, que enferma a los niños cuando van sin protección a los cementerios o a las funerarias. Es la muerte que cae sobre la vida débil, que se cuela en ella y la socava.